CACIA alerta falta de pericia legislativa en la redacción de leyes que sucumben en sede constitucional
La reciente revelación de errores detectados por la Sala Constitucional en la Ley 9931, que establece un régimen autónomo de contrataciones en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), es considerada tanto como una responsabilidad directa de la Asamblea Legislativa como un lamentable retroceso que instaura una institucionalidad anacrónica e ineficaz. Esta situación se percibe como una desviación de su verdadero propósito, que debería ser un medio de formación y creación de oportunidades laborales, pero que, desafortunadamente, parece convertirse en un fin en sí mismo.
Juan Ignacio Pérez, presidente de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA), hace un urgente llamado a los legisladores para que corrijan de inmediato las debilidades identificadas. Pérez subraya la importancia del INA y de cualquier entidad pedagógica oficial, ya sea técnica o académica, que tiene un valor significativo al expandir y enriquecer el conocimiento de aquellos que buscan oportunidades de trabajo competitivas. Sin embargo, la corrección realizada por la Sala Constitucional amenaza con despojar de valor a la ley de modernización del INA.
La industria alimentaria nacional y el resto del sector productivo financian una institución que forma personal vinculado a procesos productivos modernos, adaptados a marcos curriculares actuales, promoviendo así la competitividad de la industria nacional en mercados internacionales cada vez más exigentes. Es por ello que las políticas de inversión y formación del recurso humano requieren de mayor habilidad por parte de los actores políticos representados en la Asamblea Legislativa, evitando caer en controles de constitucionalidad que puedan comprometer la efectividad de estas iniciativas.
La estrecha relación entre la productividad de la industria de alimentos y bebidas y el progreso de la economía nacional no debe pasarse por alto. CACIA mantiene un compromiso firme con el talento y la formación de profesionales de alto nivel dentro del INA, considerándolo como una herramienta indispensable para la generación de empleo en el sector de alimentos y bebidas, un área clave debido a sus relaciones a lo largo de la cadena de proveedores y la importancia de sus productos.
En los mercados globales, la inversión y la formación profesional docente son vitales, así como la adaptación continua de los recursos humanos a las necesidades de la industria en todos los niveles. Por esta razón, los mecanismos de contratación docente dentro del INA no deben basarse en privilegios gremiales, sino en la atracción del mejor talento, fundamentado en su calidad y su desarrollo científico y tecnológico, según destaca Pérez.